El estatus de Nueva Caledonia, un OVNI institucional “idealizado” por los corsos

De sus años en los escaños de la Asamblea Nacional, Philippe Gomès, diputado (UDI) de Nueva Caledonia entre 2012 y 2022, recuerda a sus compañeros corsos “curioso y envidioso” estado caledonio. “Les gustaría seguir nuestros pasos, pero con su propio centro de gravedad”observa, mientras que el martes 11 de abril se reanudó el diálogo con París sobre el futuro institucional del archipiélago mientras se deslizan las discusiones con Córcega.

Sellado en mayo de 1998 entre el Estado, los leales y los separatistas, el acuerdo de Numea ofrecía a Nueva Caledonia la autonomía más amplia que existe en la República. Una especie de OVNI institucional. En su preámbulo, Francia reconoce la existencia de la “Pueblo canaco”, “gran sufrimiento” de la colonización, su “oscuridad” pero también su “luces”. “Conviene recordar estos tiempos difíciles, reconocer las faltas, devolver al pueblo canaco su identidad confiscada, que para ellos equivale al reconocimiento de su soberanía, previa a la fundación de una nueva soberanía, compartida en un destino común”también leemos en este texto, que da una mirada más lúcida que arrepentida al pasado.

Junto con la Asamblea Nacional y el Senado, el Congreso de Nueva Caledonia –donde se sientan 54 representantes electos de las tres provincias– es la única asamblea legislativa que puede aprobar leyes, conocidas como “leyes nacionales”, sujetas a la opinión del Consejo de Estado y impugnable sólo ante el Consejo Constitucional. Existe, además, su propia ciudadanía caledonia, cuyos dos pilares son el derecho a votar en las elecciones provinciales sujeto a estrictos criterios de residencia continua y acceso al mercado laboral.

Lea también la entrevista: Artículo reservado para nuestros suscriptores Nueva Caledonia: “Políticamente, el acuerdo de Nouméa ha llegado a su fin, legalmente, sigue aplicándose”

Descolonización progresiva

Aparte de los poderes soberanos -y algunos todavía en parte compartidos, como las relaciones diplomáticas regionales- y algunos poderes residuales (audiovisual, control de legalidad y educación superior), el archipiélago del Pacífico Sur, francés desde 1853, es autónomo en todos los dominios. “Somos un país en gran parte emancipado dentro de la República, soberano en casi todo lo que concierne a la vida de un país”, juez Sr. Gomès. Estado sui generis (de su propio tipo), el Acuerdo de Numea figura en el Título XIII de la Constitución bajo el título “Disposiciones transitorias relativas a Nueva Caledonia”. Está llegando a su fin, tras tres referéndums independentistas en 2018, 2020 y 2021. Las tres votaciones las ganaron los no independentistas, con el 56,7% de los votos, luego el 53,3% y finalmente el 96,5% en un contexto de fuerte abstención (56%) tras la decisión del Frente Canaco y Socialista de Liberación Nacional de boicotear esta última votación.

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