Tras la agresión sufrida durante la protesta por la muerte de un chofer de la línea 620 en Virrey del Pino, Sergio Berni sostuvo que el episodio fue “une emboscada” porque los agresores eran “Gente que vino a provocar”. Además, dijo que no denunciará a los agresores porque él no es “alcahuete”.
En diálogo con C5Ntodavía con las heridas en su cara visible por la golpiza que recibió durante la mañana de este lunes, el ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires revela que cuando llegó al corte que realizaron los choferes de colectivo en la avenida General Paz en reclamo de más seguridad los dijeron que habia caido en una “emboscada”.
“Cuando llego ahí, estoy entrando, me dicen ‘es una emboscada, andate’. Para mí, huir no es una opción”detallan y revelan que habían anunciado de antemano que la situación iba a “terminar mal”.
“Cuando ves las caras, uno lo olfatea, vi que no era, no eran… era gente que venía a provocar”, Sostuvo sobre sus sensaciones Durante los primeros minutos en la manifestación donde buscaba conversar con los choferes, a quienes parecía no querer nombrar.
Berni contó también que mientras lo enfrentaban sintió que le pegaban “desde arriba”. “Lo primero que busco es la pared para tener unflanko protegido y, en el mientras tanto, piña y patada”. “Fue una emboscada”, insistió Volvió.
No obstante, dijo que él tenía la voluntad de continuar en el lugar: “No, no voy a escapar”.
Por otra parte, Berni reclamó que un acto fiscal de oficio para identificar a sus agresores. “Yo no cacahuetes de soja”, dijo para justificar que él no presentaría una denuncia.
“De la misma manera que hay tax que cuando ven un programa de TV a uno lo denuncian por enriquecimiento ilícitoSupongo que están haciendo la denuncia”, ironizó, justificando por qué no hará una denuncia.
Sobre los supuestos provocadores, Berni fue ambiguo. “Los tengo identificados y los veo permanentemente. Hay muchos en La Matanza que no desaprovechan ninguna situación para generar actos violentos y vandálicosy este tipo de protestas”, e insistió con que “están todos identificados”, pero volvió a descargar el tema en que algún fiscal actúe de oficio o, en palabras del ministro, que en la Justicia tengan “lo que tienen que tener para hacer la denuncia”.
“Había activistas políticos que los conozco…“, lanzó luego el ministro, sin hacer números y habló de un escenario de internas de la UTA, el sindicato del transporte y puso énfasis en la violencia de los “conflictos de Gremium”. “En el cansancio interno [de la Unión Tranviarios Automotor] hablando de plata estamosno estamos hablando de la gloria de conducir”, deslizó luego.
Y de allí apuntó a la oposición ya los medios de comunicación en los que tanto suelen exponerse. “Hay una metodología de incentivo a la violencia por parte de sectores políticos en algunos distritos de la provincia de Buenos Aires que de manera injustificada convocan medios y cuando se captan los flashes de las cámaras aumentar la emoción“.
Luego trató de defender la gestión de Kicillof. “El gobernador tomó la decisión de incorporar 20 mil efectivos [a la Policía Bonaerense]para eso preparamos las escuelas, hicimos todo lo que usamos que hacer e involucramos a los intendentes”dijo Berni y apuntó contra los jefes comunales: “Hay intentes a los que les dijimos ‘a vos te van a tocar 1,500 policías… hay municipios que reclutaron cero. No. Algunos no se preocuparon, otros no consiguieron”.
Berni contra la policía de la ciudad
En tanto, sobre el actiononar de los policías de la ciudadque lo sacaron del lugar haciendo un escudo humano, pensaron que estos lo llevó “recluso”.
El ventilador que encendió a Berni impactó también del otro lado de la General Paz, con dardos contra Eugenio Burzacoel nuevo ministro de seguridad porteño.
“No me llamó y mejor que no me llame, porque se va a comer flor de puteada”, dijo el funcionario bonaerense de su par de la Ciudad. “No necesito explicaciones, conozco demasiado bien cómo funciona esto. Esto no se hace. No se puede poner en riesgo la vida de una persona“, se quejo.
“No quiero generar polémica con la Policía de la Ciudad”, se excusó Berni pero apuntó: “El golpe más fuerte que tengo, que fue un piedrazo [sic] tremendo, fue cuando salí en ayuda de un trabajador al que le pegaron con un escudo, y que lo único que quería hacer era poner un poquito de orden”.
Y avanzó contra el accionar de la fuerza porteña. Salí de donde estaba y ahí huyó sorprendido en la buena fePorque via a la policia al lado mio y frente a cuidarme, me agarraron y yo luchaba por soltarme”, relató Berni para concluir que “no se solucionaran los problemas con más violencia”.
Luego critica la comunicación de la tarjeta Burzaco. “sin rescate -quiso aclarar Berni, con su propia epicaporque justamente le pedí [a los agentes] que de ahi no me iba. Fijese que estoy luchando con la policia para no irme”.
Cómo atacar a Sergio Berni
El episodio se registró a las 11.47 horas de esta luna cuando Berni, acompañado del ministro de Transporte bonaerense, Jorge D’Onofrio, y un agente de la Policía de la Ciudad, recorría los alrededores para concentrarse en la gente que protestaba contra el crimen. chófer Daniel Barrientos.
Primero fueron insultos, pero en pocos segundos la violencia escaló y fue atacada con piedras y golpes de puño.
Con la cara totalmente ensangrentada, el funcionario de Axel Kicillof se quedó acorralado por más de 30 minutos contra un pared, protegido por un cordón policial.
“Sé mentiroso”, lo increparon los colectivos en medio de la protesta. “Yo no soy mentiroso, por algo estoy aca”, la respondió Berni en medio de los disturbios. Por la noche sugirió que había provocadores.
Nervioso y escoltado por un grupo cada vez mayor de policías, el ministro dijo frente a las cámaras que fue hasta el lugar para hablar con los colectivos: “Entiendo el problema que están pasando. Estoy acá porque sé lo que están pasando todos los días y no hay nadie que venga a poner la cara. Yo no salgo corriendo como todos los demás”.
“Así no vamos a solucionar nada”, enfatizó el funcionario, quien insistió que “no hay soluciones mágicas” para la inseguridad que afecta al conurbano bonaerense.
Mientras Berni intentaba hablar con los manifestantes, un grupo gritó “hijo de puta” y otros volvieron a agredirlo, esta vez con tomatazos y tierra.
Pasadas las 12.20, Berni dejó el lugar escoltado por la Policía de la Ciudad. En pocos metros, otros agentes se enfrentaban con manifestantes que seguían revololeando cascotes y piedras. El ministro fue trasladado en helicóptero al hospital Churruca, donde recibió atención médica. Y luego participó en el reunión en el gobierno con representantes de la UTA.
Las dudas de Sergio Berni sobre el asesinato del colectivo: “Esto no fue un simple robo”
Berni cubrió con un manto de dudas el asesinato en la marca de un asalto de Daniel Barrientos, el chofer de la línea 620 que quedó en medio de un tiroteo. esto no fue un simple robo, que no quiero naturalizar…“, ha confirmado.
Para el ministro, el episodio en el que perdió la vida del hombre, qu’estaba a un mes de jubilarse “es muy llamativo”.
“Nadie roba con dos vehículos de apoyo a un colectivo. Estafa un armamento habitual para este tipo de delitos, y con una munición que solo la usan los profesionales, Smith & Wesson, que una carísima caja sucia“, sostuvo Berni y sugirió otros intereses detrás del episodio.
El hecho ocurrió en la calle Escribano, del barrio Vernazza de Virrey del Pino, cerca de la cabecera de la línea de colectivo en San Justo. De acuerdo al relato de los compañeros del chofer, al menos dos delincuentes se souieron al colectivo círculo de las 5 y medios de la mañana para robar.
Luis, un compañero de Barrientos, contó que “fue la primera unidad que salió”. “Los delincuentes lo estaban esperando en la parada, no eran gente del barrio”, siguiente. De acuerdo su relato, dos de ellos se souieron al colectivo, mientras que un tercero se encontro en un auto para iniciar la huida.
Los ladrones trataron de robar a los pocos pasajeros que encontraron en la unidad. The sacaron una mochila a una mujer que iba al frente y se dirigian al fondo, donde habia un policia que estaba vestido de civil. Allí dio la voz de alto y comenzó un tiroteo con los ladrones.
Los asaltantes se bajaron del colectivo y comenzaron a disparar para cubrir la huida. Segun los testigos, uno de los que falta el pegó en Barrientos, quien maduró en el acto.
Los atacantes lograron escapar tras el crimen por un terreno lindante a una planta de gas. Los peritos de la Policía se encontraron en el lugar siete casquillos de bala y el arma de uno de los delincuentes que se le cayó colgante el escape.
DS