Normalmente, cuando nuestro cuerpo está expuesto a un alérgeno al que es sensible, como puede ser: polen, caspa animal o polvo, entre otros, nuestro immuno system interpreta erróneamente esa sustancia como una amenaza y desencadena una respuesta para combatirla. Esto tiene éxito cuando las proteínas de un alérgeno se unen a los estudios de inmunoglobulina E (IgE) en la superficie de los mastocitos, lo que hace que la célula se libere histamina. Una sustancia que se une a los receptores de histamina, desencadenando reacciones como secreción nasal, ojos llorosos y otros síntomas clásicos de la alergia.
Por su parte, los medicamentos antihistamínicos, que son encargados de aliviar los síntomas de la alergia, unen a los receptores de histamina en las células de todo el cuerpo, impidiendo que desencadenen las respuestas del sistema inmunológico. De esa manera, pueden ayudar a controlar los síntomas de la alergia. Pero, ¿qué efectos secundarios pueden producirnos?
En este sentido, tanto los antihistamínicos de primera como de segunda generación realizan esta función al bloquear específicamente el receptor de histamina H1 est que, aunque existen otros tipos de receptores de histamina, el H1 es el más importante para las reacciones alérgicas. Sin embargo, hay que saber diferenciar unos de otros, ya que los efectos secundarios que Producen pueden ser diferentes.
Antihistamínicos de primera generación
Estos fueron algunos de los primeros antihistamínicos que se desarrollaron. Trabajan en la parte del cerebro que controla las náuseas y los vómitos, lo que significa que también pueden prevenir la mar. El efecto secundario mas comun de los antihistaminicos de primera generacion es la sensacion de sueño. Por este motivo, a veces se utilizan para ayudar a las personas que tienen problemas de insomnio.
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bromfeniramina
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Dimenhidrinato.
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difenhidramina.
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doxilamina.
Antihistamínicos de segunda generación
Estos medicamentos son más actuales que los anteriores y muchos tratar los sintomas de la alergia sin causar somnolencia.
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Loratadina.
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Cetirizina.
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fexofenadina.
Efectos secundarios de los antihistamínicos
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Somnolencia.
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Mareo.
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Sequedad de boca, nariz o garganta.
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Aumento del apetito y del peso.
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Dolor de barriga.
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Espesamiento de la mucosidad.
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Cambios en la visión.
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Sentirse nervioso, excitado o irritable.
Precauciones que debemos tomar al ingerir antihistamínicos
Antes de tomar un antihistamínico, lo más recomendable es informar a nuestro médico acerca de todas las condiciones médicas que tengamos, especialmente si padecemos:
Además, como precaución adicional, los médicos recomiendan no conducir ni realizar actividades que requieran estar alerta hasta que sepamos cómo nos afecta el antihistamínico que estamos tomando.
Por último, es posible que debamos evitar la ingestión de pomelo Mi antihistamínico tomamos, es que está demostrado que pudo haber interactuado con 85 fármacos diferentes y, en todos los casos, generar efectos adversos graves.