“Se crearon unas expectativas demasiado altas. Sí, están llegando fondos europeos, pero con dificultades para canalizarlos“. En AMEC, asociación de la industria exportadora española, resume así los problemas con la distribución en nuestro país de las comunitarias ayudas para la recuperación económica, unas ayudas cuyo reparto no ha sido lo homogéneo que se pretendía.
De hecho, y según la encuesta anual de AMEC cuenta con más de 350 empresas asociadas –con 44.500 empleados en conjunto–, sólo un 32,9% de las firmas tienen acceso a los fondos europeos en el pasado año. Del resto, un 38% apuntaron que no hubo ninguna convocatoria interesante, mientras que un 28% no reunían las condiciones. Uno de los datos más relevantes, y preocupantes en este sentido, es que el 18 % de empresas renunciaron a los fondos por considerar su tramitación como demasiado compleja, que se suma al 10% que afirmó no disponer del tiempo para su tramitación y el 6% que dijo no saber dónde buscar.
Al respecto, Joan Tristany, director general de AMEC, señaló que, en concreto, existe un “problema con las empresas de tamaño medio”. Sin el tamaño ni recursos humanos necesarios para acceder a las ayudas vehiculadas a través de los Perte, pero a los que las ayudas “tipo regadera” como las del Kit Digital – para la digitalización empresarial– tampoco implican una ayuda sustancial. “Lo hemos transmitido al Ministerio de Industria”, explicó ayer. Con los fondos, la sensación general es en parte de oportunidad perdida, algo que, como explicó ABC, se clara en buena forma por la falta de “fontaneros” en los ministerios para tramitar las ayudas. De los 28.448 millones de fondos europeos presupuestados en los PGE de 2022, 3.305 millones quedan sin autorizar.
“El sentir general entre la industria exportadora es que hay que seguir adelante sin contar con los fondos”, resumió en AMEC respecto a las expectativas, muy cautelosas, con las que las empresas afrontan 2023, una actitud coherente con lo que exponen otros estudios, como el elaborado por la patronal Cecot. Pesa turbulencia del entorno, y sin caer en la tentación de repegarse en el mercado interior, un 72% de las empresas confía en aumentar sus exportaciones este año, hasta un 10% en su conjunto frente al 14,7% de 2022.
Paralelamente, siete de cada diez empresas internacionales consideran que 2023 será más favorable que 2022. Su previsión es, en su mayoría, mantenida o incremental en número de trabajadores y trabajadoras. Sin embargo, cada diez considerando que la coyuntura internacional podría ser menos favorable, fruto de la incertidumbre geopolítica que nuestra acompaña.