Es una carrera de larga distancia. Más discretamente, por supuesto, que la del frente de gas. y petróleo desde la invasión de Rusia a Ucrania, pero en el trabajo, y liderado implacablemente por Beijing y Moscú. En términos de energía nuclear civil, los dos países han estado trazando su camino durante mucho tiempo, seguidos muy por detrás de ellos por las otras naciones importantes. A la 1oh enero, de los 59 reactores en construcción en el mundo, 22 estaban en China, y 43 son de tecnología rusa o china, según datos del Informe sobre el estado de la industria nuclear mundial (WNISR), un informe sobre el estado nuclear internacional, producido por expertos en átomos y presentado en París el 1oh FEBRERO.
Esta tendencia es a largo plazo. Entre 2003 y 2022, China ya había integrado la mitad de los reactores (49 de 99) del mundo, mientras que, de los 105 que cerraron en el mismo período, ninguno estaba en su suelo. “Fuera de China, en las últimas dos décadas, no ha sucedido mucho en términos de puesta en marcha de nuevos reactores, resume Mycle Schneider, director del proyecto WNISR. En general, incluso observamos una disminución. »
De hecho, solo el Reino Medio ha sido capaz de sacar del suelo entre tres y siete reactores por año, entre 2010 y 2023. Una cadencia que recuerda a la de la Francia del “plan Messmer”, entre las décadas de 1970 y 1990. Y Beijing todavía quiere poner en marcha cinco reactores, actualmente en construcción, para 2025. “China hace construcción en masa, tiene un verdadero programa industrial”, para certificar Valérie Faudon, delegada general de la Compañía Francesa de Energía Nuclear, afirmando que, más allá de los cuatro reactores rusos en su suelo, las centrales eléctricas del país en construcción ahora son todas fabricadas en China.
“Compras tecnológicas”
“Beijing ha hecho sus compras de tecnología, comprando dos EPR [réacteur pressurisé européen]reactores [de puissance à caloporteur et modérateur eau] VVER rusos o AP1000 estadounidenses [à eau pressurisée], que luego sinificó”, explica el Sr. Schneider. Estas transferencias de tecnología le han permitido tener una capacidad de construcción propia: “Después de Fukushima, China ha pasado así a la tercera generación china con su reactor Hualong One”, agrega el experto. Un paso decisivo, que hoy le da legitimidad internacional.
Es cierto que en este campo, Rusia sigue siendo el campeón indiscutible de las exportaciones. Se están construyendo un total de 25 reactores rusos en todo el mundo: en China, pero también en India, Turquía, Egipto, Bangladesh, Irán y Bielorrusia. En este sector intensivo en capital, el conglomerado público Rosatom se impone construyendo a sus expensas, gracias a los préstamos disponibles que los clientes solo pueden devolver una vez producidos los primeros megavatios.
Te queda el 65,04% de este artículo por leer. Lo siguiente es solo para suscriptores.