“Cree en ello, a pesar de todo”. No importa el desgaste de tres meses de oposición, el dinero perdido en la huelga, el desgaste de las marchas y la intransigencia del gobierno. El hilo conductor resonó en todo el país el jueves 6 de abril, undécimo día de movilización convocada por la intersindical contra la reforma previsional. Esperanza, siempre, a pesar de la disminución de asistencias y la convicción de que el gobierno nunca se dará por vencido de cara a la calle. Naciones Unidas “gobierno bunkerizado” y en «romper con el país»describió Sophie Binet, nueva secretaria general de la CGT.
El jueves marcharon 570.000 personas, según el Ministerio del Interior, frente a las 740.000 del 28 de marzo. Otras escalas y dinámicas para los gremios que, como nueve días antes, han sido designados “Cerca de dos millones de trabajadores, jóvenes y jubilados se movilizaron con calma y determinación”. “La protesta sigue igual de fuerte”, apoyó a la cabeza de la procesión parisina Laurent Berger, jefe de la CDFT, reconociendo de todos modos que las figuras de la jornada no eran “no es lo más importante desde el principio” del movimiento social.
En París, 57.000 manifestantes protestaron el jueves según la prefectura, 400.000 para la CGT. Estimaciones más bajas, aquí como a menudo en otros lugares, que las del 28 de marzo. Al inicio de la velada, la intersindical convocó a una duodécima jornada de movilización para el jueves 13 de abril, víspera de una doble decisión del Consejo Constitucional sobre el destino de la reforma previsional. “En este clima de fuertes tensiones, que puede calificarse de crisis democrática y social, el ejecutivo se prepara y es el único responsable de una situación explosiva en todo el país”incriminó en la noche a Patricia Drevon, secretaria confederal de Force Ouvrière, leyendo el comunicado de la intersindical.
La lucha cansa los cuerpos y las mentes
“La movilización se está agotando. Es normal. Pensé que sucedería más rápido. Lo importante es mantener la presión sobre Emmanuel Macron”, animó Florent Anger, dirigente sindical de la CGT-trabajadores ferroviarios de Rennes. Los sindicatos contaron 20 000 manifestantes en la prefectura de Ille-et-Vilaine, la prefectura 8500. Tres veces menos que la semana anterior. Misma disnea en Marsella (de 10.000 a 170.000 personas), Nantes (de 15.000 a 50.000), Niza (de 2.400 a 20.000), Brest (de 10.000 a 18.000) o Clermont-Ferrand (de 7.500 a 20.000). La movilización solo se mantuvo en algunas ciudades, en Lyon (13.000 a 32.000) o Perpiñán (4.700 a 15.000).
Te queda el 70,5% de este artículo por leer. Lo siguiente es solo para suscriptores.