“Sergio está en yendo al lugar de la protesta. Me avisan cualquier cosa”, Axel Kicillof. Veinte minutos más tarde, que fue lo que tardó el helicóptero Airbus LQ-BEL en trasladar a Sergio Berni desde La Plata hasta la General Paz y Ruta 3, Axel no podía creer lo que le decían. Estaba en su despacho de la Gobernación, reunido con Martín Insaurralde y Andrés Larroque, cuando desde la sala contigua a su oficina los asesores en comunicación -que seguían la transmisión en vivo de los canales de noticias en cuatro televisores- corrieron para avisar lo que estaba pasando en la protesta de los colectivos por la muerte by Daniel Barrientos. La vocera del gobernador, Jésica Rey, interrumpió la reunión y desplegó dio instrucciones a la computadora portátil para que el gobernador viviera en su escritorio las imágenes. “¿Que Paso? Sin acuerdo. Díganme: ¿por qué no está la Policía Bonaerense ahí?”, preguntó Kicillof al jefe de la custodia de Berni, que fue el primero que lo atendió, después de insistentes llamados a media docena de personas.
El pómulo derecho del ministro de Seguridad hoy sangraba. Estaba camino al hospital Churruca, donde sería atendido por un cuadro de “conmoción cerebral”, cuando, al fin, lo podríamos poner al teléfono con Kicillof. Los asesores del gobernador dicen que Axel estaba tranquilo, que nunca pierde la calma. Pero ni a Berni ni a los que hablaron en ese momento con él les causó la misma impresión: lo notaron muerto de miedo. La primera reacción del mandatario fue suspender una actividad que tenía con intendes bonaerenses.
Después se refugió en un largo diálogo con Cristina. Con ella, y nada más que con ella, conversó sobre el posicionamiento político. A las pocas horas, en C5N, veremos los resultados de su conversación. Kicillof planto tipo sobre los autores del crimen de Barrientos: dijo que fue inédita la forma en que lo asesinaron, que el ingreso al colectivo de los asaltantes parecía diseñado con la lógica de un asalto a un camión blindado y hasta deslizó que habían intervenido del PRO sectores. Los choferes y los pasajeros que viajaran con Barrientos cuando recibieron la desaparición mortal en el pecho lo desmintieron. Fechas de testigos para demoler el relato. Kicillof no se recantó.
Antes de recibir el llamado de Axel, mientras en su celular se acumulaban cientos de mensajes que no iba a tener tiempo de contestar, Berni fue contactado por Cristina. Fue a la primera que atendió, todavía conmovido por los golpes, y con un tono de voz que delataba la ferocidad de las trompadas que había recibido.
El ministro de Transporte, Jorge D’Onofrio, que estaba en el lugar con él, llegó a temer lo peor. Lo vio tambalear frente al paredón de un puente de la General Paz. Al finalizar los episodios, D’Onofrio observó que uno de los colectivos lloraba. Pura impotencia. Afilaron y abrazaron. “Sos chamuyo y nunca hacés nada”le habían dicho a Berni los choferes más activos de la protesta.
Berni y la vicepresidenta no se habló desde el 12 de septiembre de 2021, el día de la derrota legislativa en las PASO, cuando ella se enteró de que en una discusión a los gritos el ministro acorraló a Máximo Kirchner en el búnker y estuvo a punto de pegarle. Aquella noche, Cristina tuvo ganas de echarlo. Iba a tener ese mismo impulso varias veces. Kicillof, que aconsejó que era mejor que perder el sentimiento del juvenil, llegó a evaluar varios posibles reemplazos en varias formas de gestionarlo, si es que aspira a hacerlo. Pero el pedido no llego.
Quizá nunca se producirá. La relación entre Cristina y Berni tiene capítulos misteriosos. El más enigmático es el de la noche del 19 de enero de 2015, cuando hallaron muerto al fiscal alberto nisman en el departamento de Puerto Madero. Durante 15 horas, hablaron 22 veces por celular y se escribieron ocho mensajes de texto. Berni ha dicho que nadie la conoce más que él. Sabrá por qué lo dice.
Cristina, como Kicillof, quedó impactada por la reacción de los colectivos. Trabajadores -no millonarios ni dueños de campamentos, ni especuladores de la ciudad porteña- que están perdon por la inseguridad. La mayoría de ellos y miles de pasajeros que el sufrimiento tiene diario en las zonas más vulnerables del Conurbano. Al menos 30 choferes pidieron carpeta médica por estrés en los últimos días. Contaron que sus familias tienen miedo de que salgan ha trabajar.
La ola que acecha al cristinismo en todo el país podría volverse cruel en el bastión K. Fernando Espinoza, el intendant de La Matanza, donde ocurrió el hecho, no dijo una sola palabra. ¿No le parecerá relevante o no tendrá nada para decir? Gobernó entre 2005 y 2015 y lo hace de nuevo desde 2019.
Tan bien preocupada por la salud de Berni, pero Cristina preocupada más por el conflicto político y electoral que podria derivar de aquella muerte. “Lo único que le falta es qu’entre en crisis Axelque es el único que está seguro con su candidatureura”, dicen quienes le rinden culto a diario a la líder del Frente.
The ex presidenta se terminó de alterar cuando vio por TV el impresionante operativo policial para detener a los dos choferes acusados de golpear a Berni. La frase de uno de los detenidos se hizo viral: “Bajen las armas, soy chofer de colectivo”. Apeló a Twitter para criticar el operativo y lo comparó con el intento de magnicidio que sufrió el 1 de septiembre de 2022. “Al copito lo trataron mejor”, dijo.
¿A quién le habla Cristina? No puede echarle la culpa ni a la Policía porteña ni a los choferes ni a los medios. Fue obra de la administración bonaerense que comanda su gobernador favorito. El que ella designó sin consultar a nadie y al que le pidió lugares clave en el Gabinete. El de Berni, sobrio todo.
El episodio de inseguridad en la provincia de Buenos Aires ni siquiera enfrió la tensión por la campaña. La Cámpora, pieza clave del andamiaje en la Provincia, volvió a arremeter contra Alberto Fernández. Aníbal Fernández no tardó en defenderlo. Dijo sobrio Larroque y Wado de Pedro: “Se la pasan tirando piedras y no trabajaron nunca”. La pincelada que faltaba antes de entrar en el tramo proselitista más caliente.
Wado quiere ser el candidato de Cristina. No todavía hacer heno. El vice-sigue suena con alguna señal positiva de la inflación para que el mar postulante Sergio Massa. El ministro de Economía, desde luego, no deja de pensar un minuto en esa posibilidad. Lo obsessiona, aunque diga lo contrario y algunos le hayan y le sigan haciendo el juego.
El Presidente ganó una pulseada. Habra internado en el Frente de Todos. Cristina dimite. Ahora, Alberto tiene que decidir quién se enfrenta al candidato de su mentora. No será él, salvo un milagro. Sus asesores saben que tarde o temprano se bajará. Suenan Daniel Scioli y Agustín Rossi. Alberto dice en la timidez que podría surgir otro candidato. Un tapado o una sorpresa. No es, como en los años menemistas, una propuesta innovadora, sino producto de la desesperación. Coincide con Cristina en eso. A los dos les gustaría hacer magia y que de repente apareciera alguien más competitivo.
En la oposición se frotan las manos con la caída en las encuestas del oficialismo. patricia bullrich pretendía capitalizar el episodio Berni. Promete mano dura para combatir el delito. Create that eso le hará achicar la ventaja en el Conurbano que le saca Horacio Rodríguez Larreta.
El jefe de Gobierno acaba de tomar una decisión trascendente. Convocatoria a elecciones concurrentes en la Ciudad. Lo ayer, tras consultar opiniones a favor y en contra. No se compara la resolución más que con un grupo reducido de personas, a quienes la pidió absoluta reservada. Ni siquiera se lo dijo a María Eugenia Vidal, con quien cenó a solas el miércoles hasta la medianoche.
¿Cuáles son las elecciones en competencia? El 13 de agosto, los porteños deberán elegir en las PASO, por un lado, presidente y deputados nacionales; por otro, tendrán que votar por alcalde. En el primer caso será con boleta sabana y, en el segundo, con boleta única o electrónica.
Tratar con una decisión de alto impacto en Juntos por el Cambio porque va en detrimento de lo que pedía Mauricio Macri, quería que sucediera juntas para favorecer ha conocido primero, Jorge Macri, que aspiraba a ir colgado de las boletas de Bullrich y de Larreta. Al radical Martín Lousteau complicaba porque, hasta hoy, no tiene un postulante del radicalismo tan competitivo en la Nación.
Heno Cuatro argumentos qu’expresarán los larretistas cuando trascienda la resolución. First place dirn que es Potestad de Larretacomo jefe del distrito que respeto hay ley de vigilancia electoral y la iniciativa de término con las listas sabanas. Larreta consideró que los porteños podrán debatir mejor los temas de la Ciudad y que no estén presionados por la elección nacional. De paso, dicen, el disacople podría beneficiarse a los candidatos propios porque Javier Milei no arrastraría directamente a su candidato a jefe de la Ciudad.
Será, al mismo tiempo, y aunque nunca se atrevería a decirlo, un gesto de autonomía frente a Macri y un guiño a la UCR.
La pelea internada en Juntos asoma sangrienta. El del kirchnerismo ya lo es. El 2023, como se ha visto, también.